El Castillo de Ricote se ubica en la Sierra del Salitre, a unos 442 metros sobre el nivel del mar. Se asienta en la margen derecha del Estrecho del Solvente, pequeño cañón abierto por el Río Segura. Este tramo fluvial fue utilizado para construir dos azudes (presas de derivación) en el periodo andalusí, actualmente uno (visible), de donde surgían las dos acequias de las huertas de las entonces alquerías (aldeas) de Ulea, Ojós y Villanueva (Asnete). Contemplando este bello lugar, con la pared de El Chinte en primer plano, viene a la mente lo dicho sobre el río de Tudmir (Segura) por al-Bakri (siglo XI), en un texto de posible transmisión de al-Razi (siglo X):

«Es un río que encajonan las montañas en un lugar conocido como Ricote (Riqūt), a una distancia de 18 millas de Murcia [unos 33 kms.], de tal4 modo que allí el hombre puede detener su curso. Si no fuera por esos montes, las aguas torrenciales anegarían Murcia».

Extremando la precaución, se puede acceder a la fortificación por la puerta acodada. Nos encontramos ante un primer recinto cercado por una muralla adaptada a la orografía del terreno y franqueada por varias torres. Hablamos del llamado “albacar” en el periodo andalusí y empleado por la población de Ricote para protegerse con sus enseres en los momentos de inestabilidad. El otro espacio de la fortaleza es el que vemos en la zona más elevada, llamado “celoquia” y utilizado como residencia del representante de los poderes locales o regionales. Estamos ante la fortaleza cabeza administrativa del Wadi Riqut (Valle de Ricote) en los últimos siglos andalusíes. Por aquel entonces, al-Idrisi (siglo XII) la menciona como “hisn Riqut” en el itinerario de Murcia a Segura.

El arráez de Ricote, en representación de su comarca, se documenta en la firma del Tratado de Alcaraz (1243), fuente documental por la que el desestructurado Reino de Murcia pasaba a ser protectorado de Castilla. Con el comendador santiaguista, residente en este castillo desde 1285, se controlaba un territorio desde Abarán hasta Asnete (Villanueva). De las visitas santiaguistas del último tercio del siglo XV proceden buenas descripciones del Castillo de Ricote. Custodiado por escuderos y por un alcaide en representación de un comendador casi siempre ausente, la fortaleza seguirá estando dividida en dos espacios bien diferenciados. La albacara continuaba siendo utilizada como lugar de refugio de la población en periodos inestables, encargándose de su reparación la totalidad de las aljamas valricotíes (Abarán, Blanca, Ricote, Ojós, Ulea y Asnete-Villanueva). Por otro lado, en la parte más elevada se alzaba el castillo propiamente dicho con su torre del homenaje. Lo denominado en época andalusí como “celoquia” se describe a finales del siglo XV de la siguiente manera:

DSC_0531Al castillo propiamente dicho se accedía por una puerta ubicada en la torre del homenaje. Tras atravesarla se localizaba una escalera levadiza de madera para alcanzar otra puerta de donde partía una escalera de piedra. Pronto se llegaba a una sala con chimenea y un altar con «la ymajen de nuestra sennora Santa Marya» (visita santiaguista de 1481), trasladada posteriormente a la iglesia de Santiago de Ricote «porque algunas vezes está por alcayde vn moro e non chrisptiano» (visita santiaguista de 1498). De esta sala se accedía a un patio donde existía una cocina y una despensa y, dentro de ésta, la mazmorra. Desde este patio subían dos escaleras, una a mano derecha y otra a la izquierda. La de la derecha, tras dar paso a varios habitáculos donde se guardaban víveres (aceite, vino…), se llegaba «al adarve que se llama la puerta falsa, donde junto con ella, a la parte de fuera, está vn algibe bueno e bien adereçado, cubierto de su boueda, el qual está en vn cuchillo de penna tajada e non tiene sallida» (visita santiaguista de 1498). Por su parte, la escalera de la izquierda subía a diversas despensas, salas de armas, dormitorios y a una sala cuya ventana daba encima de la puerta del homenaje. De ésta se pasaba a un patio por el que se accedía, a través de una escalera levadiza, a los terrados de la torre del homenaje y el resto del castillo.

1.Fortaleza de Ricote 1

La fortaleza de Ricote cayó en desuso a partir de la eliminación de la frontera granadina en 1492, hasta tal punto que, en 1507, «los dichos visitadores vieron la dicha fortaleza, la qual está en muchas partes cayda e maltratada». En 1524, la visita santiaguista certifica su total defunción: «ay una fortaleza en un cerro çerca de la dicha villa la qual los visitadores pasados la dexaron por cosa perdida porque en ella no ay adarves ni muros de los que son cargo Vuestra Majestad ni ay encasamientos enhiestos ni cosa que se pueda avitar».

Fuente documental: López Moreno, Jesús Joaquín, El Valle de Ricote a través de sus fortalezas. Rutas históricas por su poblamiento antiguo y medieval, Natursport, Murcia, 2008, 119 pp.